Se entiende por deuda interna la cantidad total de la deuda pública de una nación o territorio, en el cual los ciudadanos de este son los denominados acreedores o fiadores. Otras fuentes pueden definir el término como la suma de los créditos ratificados equivalentes tanto del sector privado como del privado, que se producen en un determinado país; es decir, se habla de la obligación o adeudo que es alcanzada con solicitantes que integran una nación generada con moneda nacional. La deuda interna se diferencia de la deuda externa debido a que la primera se cancela dentro del territorio nacional y con la moneda oficial o nacional, mientras que la segunda corresponde a las obligaciones que un dado país posee con respecto a entidades provenientes del extranjero y que debe pagarse, generalmente, con moneda extrajera.
La deuda externa puede ser solventada y realizar una gran producción de dinero si el gobierno nacional se propone a realizar préstamos con el objeto de obtener efectivo en lugar de emitir más billetes o monedas; de esta forma el capital generado de esta manera podría utilizarse como intercambio con otros agentes económicos, sin embargo rara vez puede ser gastado en bienes y servicios.
Términos como «deuda pública», «deuda externa», «deuda flotante» y «deuda interna», son muy utilizados en ámbitos y contextos económicos; aquí exponen el concepto de deuda interna como todas aquellas obligaciones que el gobierno federal adquiere por medio de préstamos o créditos que son concedidos con la moneda nacional. Esta serie de préstamos son brindados por las instituciones privadas mediante la adquisición de bonos gubernamentales.